miércoles, 25 de junio de 2014

AUTODESTRUCCIÓN

Las bombas caían sin descanso. Los gritos de desesperación se oían por todos los rincones. Gritos suplicando ayuda y buscando refugio.
Desastres provocados por una locura transitoria, por un desafortunado incidente, por un tiempo inoportuno.
Sangre, drogas y alcohol... Veneno, perdición y pasión...
¡Socorro! Una muerte segura. ¡Socorro! Una guerra horrible. ¡Socorro! Una mente suicida. 
 ¿Quién lanza las bombas? Sólo estoy yo aquí. ¿Quién lanza las bombas?
Sólo yo. Sólo yo aquí. ¿Dónde estoy? ¿Dónde aquí? 
Horrible guerra, ¿qué haces dentro de mí?